ARTESANIA DEL TAMBOR (TOBARRA)
INICIO
NOTICIAS
HISTORIA
ARTESANOS
FOTOS
TOQUES
CUADRILLAS
MONUMENTO AL TAMBOR
MUSEO DEL TAMBOR
JORNADAS DE EXALTACION
PALILLOS
ESCUELA DEL TAMBOR
POEMAS
HAZTE TU PROPIO TAMBOR
CONTACTA CON NOSOTROS
ENLACES
 

PALILLOS

PALILLOS

Los palillos, dos trozos de madera adecuadamente torneados, lijados y barnizados con los que cada año a partir de las cuatro de la tarde de Miércoles Santo la tamborada escolar hace sonar sus tambores rompiendo esa rutina diaria del pueblo, con su sonido ensordecedor que termina a las doce de la noche del Domingo de Resurrección.

El origen de este arte es ancestral, pues si en Tobarra el tambor existe desde hace siglos, estos, los palillos son fieles compañeros de fatigas, los que con su dulce caricia sobre esa piel majestuosa producen ese pálpito latido del fervor de un pueblo por su Semana Santa.

Este arte siempre ha sido realizado por los maestros carpinteros.

En la actualidad el artesano más antiguo que se conoce es, Manuel López Román, Manolico “El Aperaor” (1906-1987). Por aquel entonces los palillos se realizaban a mano, sin torno, desbastándolos con la azuela y después, a base de lima, les daba la forma a la cabeza. Se raspaba con la cuchilla y por último la lija. De pintura, aceite común. Se cobraban a seis reales por el par.

La forma era casi igual a la de ahora, la porra un poco mas gorda pero en esencia eran casi iguales.

En aquellos tiempos los palillos sólo se hacían por encargo. Los compraban los señoritos, ya que los pobres no tenían seis reales para gastárselos en unos palillos, se los hacían con una navaja y de un palo de olivera. El palillo, como vemos era casi un lujo.

En un principio los palillos partían de un taco de madera de carrasca, cuyas dimensiones eran de 25 por 25 mm. de ancho y 40 cm. de largo. Se trabajaban en un torno sencillo que se hacia girar con un pie, teniendo las manos libres para trabajar con la herramienta el taco de madera e ir configurando el palillo. Se torneaban 10 cm. y se hacía porra y cuello, el resto se terminaba con el cepillo de mano, la escofina, la cuchilla y la lija de grano del nº 5. El palillo una vez terminado media 40 cm. de largo, 18 mm. por la parte trasera y 12 mm. en la porra.

Entre los años 55 y 60, se hacían los palillos de madera de carrasca, ésta era extraída de los radios de carro. Por las circunstancias de la época eran difíciles de conseguir por lo que se hicieron algunas pruebas con madera de albaricoquero, pero esto no daba buen resultado. Por aquella época el coste de un par de palillos era de 6 Ptas. Y algunos de los artesanos bajaban a Hellín para venderlos.

A finales de los 60 y principios de los 70 se empiezan a producir los primeros palillos de madera de haya, obteniendo un buen resultado. Es en esta época cuando se produce el paso del torno de pedal al mecánico, facilitando su producción.

(José Juan Gómez Peña)

Todos los carpinteros de Tobarra hacen o han hecho palillos. Unos para uso particular, o muy restringido, y algunos los producen a mayor escala, bien con salida reducida al ámbito local, bien con gran producción y ámbito nacional.

Miguel Gómez Gómez (n.1946) y Jesús Martínez Gómez (n.1945)

Estos carpinteros llevan toda la vida trabajando la madera. A su taller siempre recurren las hermandades para solucionar todo tipo de problemas de última hora (palos de andas que se trocean...) Y reformas, e incluso nueva construcción, de tronos.

Por supuesto también los aros y palillos son otras de las faenas típicas en la víspera de Semana Santa.

Siempre hicieron el clásico palillo de carrasca. Últimamente, y por esas ganas de innovar, han sacado modelos veteados o alistonados, a base de tiras de madera al natural, sin tintar: con sapelly, roble, haya, teka, caoba...

Otros modelos en cruz, con las piezas haciendo espiga. Y, como no, también han hecho palillos de porra gorda para esos tambores enormes que necesitan de un golpe mayor.

Fernando Reina Escribano, “Cachito” (n,1941)

Por su oficio, domina la técnica y el arte de hacer buenos palillos, probando con toda clase de materiales e introduciendo atrevidos diseños.

Los de madera prensada (técnica utilizada para cachas de navajas y cuchillos), otros con puño de metacrilato, los de dibujo de ajedrez a base de piezas encoladas, y los del remate resaltado torneado.

Entre la gama de veteados, destacan los hechos con dos tiras de haya en forma de cruz y cuatro tacos diferentes en los ángulos.

Quizás los que más llamaron la atención, en 1997, fueron aquellos de metacrilato, huecos, en cuyo interior llevaban un liquido con partículas en suspensión. Los llamados “refrigerados por agua”.

Y por ultimo los de colores de las hermandades (madera tintada en laminas) con formas onduladas.

Emilio López López, “Aperaor” (n.1935)

Hace palillos desde que tenia 12 años. Su abuelo los hacia con azuela y escofina, de radios de carros y carretas, con madera de carrasca.

Entre todos los modelos que fabrican varían desde el grosor de la porra –gruesa, normal y fina- hasta el tamaño del palillo: normal, cadete e infantil.

En cuanto a materiales utilizan el haya y encina o carrasca catalana, que Emilio tiene en exclusiva, pues ha dado con la procedencia de esta apreciada madera, porque es mucho mejor que la encina del terreno.

Su producción está repartida por toda la geografía nacional, y hacen modelos especiales para bandas y casas de música.

Ricardo Algarra Vergara, “Manano” (1932-2000)

El maestro de carpinteros, Ricardo Algarra, empezó a hacer palillos en 1942, en su casa y con un torno a pedal.

Tenia 10 años y aun no había entrado en el oficio, cosa que hizo a los 13 y con Julio Valentín Carrasco.

Siempre hizo palillos de carrasca, muy dura y apropiada, hasta 1955-56.Después vendrían otros modelos.

Hasta que en 1992, vendría a ser punto de arranque en el palillo diferente. Se trata de los primeros y únicos “Rayones A”, hechos a base de tiras de caobilla de la Guinea y lames, a inglete, formando un cuadrado de 30 mm.

En el 98 vendría el “Rayón B”, formando la bandera nacional en cuadros rojo-amarillo-rojo y remate torneado para lograr efecto óptico.

Hizo otras variedades del mismo tipo, con embero, fresno blanco procedente de Galicia; unos muy ligeros de roble de orilla y roble de centro –siempre más denso-.

En cuanto a los aros, y hacia 1948, al “Manano” se debe el formarlos en tres piezas, incluso en cinco cuando van forrados de formica, en vez del obsoleto sistema de una sola pieza a traslape, con el que acaban deformándose.


--TOBARRA CUNA DEL TAMBOR--VIERNES SANTO DE ESPAÑA--TOBARRA CUNA DEL TAMBOR--VIERNES SANTO DE ESPAÑA- -TOBARRA CUNA DEL TAMBOR--VIERNES SANTO DE ESPAÑA--TOBARRA CUNA DEL TAMBOR--VIERNES SANTO DE ESPAÑA-- Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis